Benchmarking deutsch
La evaluación comparativa es el proceso de comparar su propia organización, sus operaciones o procesos con los de otras organizaciones de su sector o del mercado en general. La evaluación comparativa puede aplicarse a cualquier producto, proceso, función o enfoque empresarial.
El objetivo de la evaluación comparativa es comparar sus propias operaciones con las de los competidores y generar ideas para mejorar los procesos, enfoques y tecnologías con el fin de reducir costes, aumentar los beneficios y reforzar la lealtad y satisfacción de los clientes. La evaluación comparativa es un componente importante de las iniciativas de mejora continua y calidad, incluida Seis Sigma.
Una empresa interesada en mejorar sus prácticas de atención al cliente puede comparar sus propios procesos y métricas con los de su competidor más exitoso. Si identifica discrepancias negativas o diferencias en las medidas, puede empezar a mejorar sus procesos para reforzar su rendimiento. La empresa observará y medirá las operaciones del competidor y, en algunos sectores, enviará a sus empleados como clientes para que adquieran experiencia directa.
¿Qué es la evaluación comparativa?
La evaluación comparativa es un proceso de medición del rendimiento de los productos, servicios o procesos de una empresa en comparación con los de otra empresa considerada la mejor del sector, también conocida como «la mejor de su clase». El objetivo de la evaluación comparativa es identificar oportunidades internas de mejora.
¿Qué es un punto de referencia y un ejemplo?
¿Qué son los ejemplos de evaluación comparativa? Los ejemplos de evaluación comparativa son ejemplos de empresas o departamentos que miden sus resultados en comparación con otros departamentos u otras personas de su sector, una práctica que puede ayudarles a comprender su rendimiento en comparación con el de sus competidores.
¿Qué es la evaluación comparativa en la empresa?
Benchmarking es un término con el que se habrá topado si ha leído alguna reseña sobre portátiles o teléfonos en los últimos años. Para que te resulte más fácil entender qué significa la evaluación comparativa y por qué utilizamos herramientas de evaluación comparativa para evaluar productos, sigue leyendo.
Un benchmark es una serie de pruebas simuladas que se utilizan para evaluar diferentes aspectos del rendimiento de un dispositivo. A continuación, el benchmark evalúa el rendimiento del dispositivo, lo que da como resultado una puntuación numérica. Estos números se pueden comparar, y las puntuaciones más altas se correlacionan con un mejor rendimiento.
Hay muchos programas de evaluación comparativa disponibles, pero no todos se adaptan a un caso de uso específico. Es posible que algunos no funcionen en tu sistema concreto, pero suele haber distintos programas de evaluación comparativa que pueden utilizarse para varios sistemas diferentes.
Por ejemplo, en Trusted Reviews utilizamos diferentes puntos de referencia para probar distintos tipos de dispositivos y su rendimiento. Cuando analizamos un portátil, ejecutamos pruebas generalistas, como Geekbench 5, para conocer el rendimiento de la CPU, y 3DMark para medir el rendimiento gráfico. Por último, la prueba de batería de PCMark 10 puede dar una idea del aguante que tiene.
Evaluación comparativa de procesos
La evaluación comparativa es la ventaja competitiva que permite a las organizaciones adaptarse, crecer y prosperar a través del cambio. La evaluación comparativa es el proceso de medir métricas y prácticas empresariales clave y compararlas -dentro de las áreas de negocio o con un competidor, homólogos del sector u otras empresas de todo el mundo- para comprender cómo y dónde debe cambiar la organización para mejorar su rendimiento. Existen cuatro tipos principales de benchmarking: interno, externo, de rendimiento y de prácticas.
1. La evaluación comparativa del rendimiento implica recopilar y comparar datos cuantitativos (es decir, medidas o indicadores clave de rendimiento). 2. La evaluación comparativa del rendimiento suele ser el primer paso que dan las organizaciones para identificar las deficiencias de rendimiento.
3. El benchmarking interno compara métricas (benchmarking de rendimiento) y/o prácticas (benchmarking de prácticas) de diferentes unidades, líneas de producto, departamentos, programas, geografías, etc., dentro de la organización.
Lo que se consigue: La evaluación comparativa interna es un buen punto de partida para comprender el nivel actual de rendimiento empresarial. La evaluación comparativa interna sostenida se aplica principalmente a grandes organizaciones en las que determinadas áreas de la empresa son más eficientes que otras.
Ejemplo de evaluación comparativa
La evaluación comparativa es la práctica de comparar los procesos empresariales y las métricas de rendimiento con los mejores del sector y las mejores prácticas de otras empresas. Las dimensiones que suelen medirse son la calidad, el tiempo y el coste.
La evaluación comparativa se utiliza para medir el rendimiento utilizando un indicador específico (coste por unidad de medida, productividad por unidad de medida, tiempo de ciclo de x por unidad de medida o defectos por unidad de medida) que da como resultado una métrica de rendimiento que luego se compara con otras[1].
También conocido como «benchmarking de mejores prácticas» o «benchmarking de procesos», este proceso se utiliza en la gestión en la que las organizaciones evalúan diversos aspectos de sus procesos en relación con los procesos de las empresas con mejores prácticas, normalmente dentro de un grupo de pares definido a efectos de comparación. Esto permite a las organizaciones desarrollar planes para introducir mejoras o adaptar las mejores prácticas específicas, normalmente con el objetivo de aumentar algún aspecto del rendimiento. La evaluación comparativa puede ser un acontecimiento puntual, pero a menudo se trata como un proceso continuo en el que las organizaciones tratan de mejorar continuamente sus prácticas.