Identidad visual

Qué es la identidad visual

Si el concepto aún no está claro, intenta recordar situaciones en las que la gente dice cosas como «Vaya, cada vez que veo a alguien con un vestido de gala, me acuerdo de María. Es su marca» o «Vaya, Paula sabe mucho de cine. No puedo ver una entrega de premios sin acordarme de ella».

Incluso aquellos aspectos sobre ti que no son tus favoritos, pero que forman parte del conjunto que conforma tu personalidad, importan: tienes un nombre y una imagen que son sólo tuyos, que te diferencian de cualquier otro.

El conjunto de aspectos que conforman la identidad visual va mucho más allá de una tarjeta de visita para atraer a posibles clientes de forma estéticamente superficial: piensa que es básicamente la «personalidad» de una empresa sintetizada y expuesta al mundo.

Imagine que McDonald’s no tuviera un logotipo o una paleta de colores definida. Probablemente se perdería entre los demás restaurantes de comida rápida, perdiendo la oportunidad de destacar y ganarse el corazón (y el estómago) de la gente de todo el mundo.

Una buena identidad visual conduce al reconocimiento y la valoración de una marca: cuanto mayor sea la presencia de los elementos de la marca en la vida de alguien, mayor será la sensación de cercanía e incluso de necesidad sobre los productos o servicios ofrecidos.

¿Cuáles son los 4 componentes principales de la identidad visual?

Los principales componentes de la identidad visual son el logotipo, el color, la tipografía y las imágenes.

¿Qué hace que una identidad visual sea buena?

Más concretamente, una buena identidad visual es: Distinta: es única y se distingue de las demás. (Piense en marcas icónicas como Nike o Apple): Causa una buena impresión.

Identidad de marca frente a identidad visual

La identidad visual de la marca es un sistema coherente de símbolos compuesto por formas, figuras, colores, tipos de letra, diseños e imágenes en movimiento o fijas que encapsulan y transmiten los valores de su marca al público interno y externo.

Al igual que un color determinado evoca un sentimiento concreto, otros elementos visuales pueden actuar también como potentes desencadenantes emocionales. Ver el logotipo de nuestra marca favorita nos llenará la mente de sentimientos positivos.

Si vemos el logotipo de una marca que nos disgusta, nos recordará que debemos evitar esa empresa. Esto sucede en un abrir y cerrar de ojos porque los seres humanos están programados para comportarse de esta manera y lo llevan haciendo desde el principio de los tiempos: nuestros antepasados utilizaban las mismas técnicas para distinguir las cosas que eran comestibles de las que no lo eran, por ejemplo.

El logotipo está diseñado para captar la esencia de su marca de la forma más sencilla y expresiva posible. Es el activo visual más importante de su empresa, pero no debe confundirse con su marca o su identidad visual en su conjunto.

Directrices de identidad visual

Tómese un segundo para pensar en una de sus marcas favoritas. Seguramente le vendrá a la mente un logotipo, un escaparate, un color o una campaña publicitaria memorable. Esto se debe a que la identidad visual de una marca es una poderosa herramienta para contar la historia de una empresa, crear afinidad con los clientes y aumentar los ingresos.

Si se hace con eficacia, la identidad visual puede comunicar un sentimiento o un mensaje concreto sin necesidad de palabras. Sin embargo, una identidad mal diseñada puede confundir a los clientes con mensajes deslucidos y gráficos inconexos. Por eso no es de extrañar que las marcas coherentes tengan 3,5 veces más probabilidades de tener una fuerte visibilidad de marca que las marcas incoherentes.

La identidad visual desempeña un papel esencial en la creación de la marca, por lo que es importante entender lo que constituye una identidad y cómo crearla. Abarcaremos todo esto y compartiremos ejemplos de marcas de éxito que han desarrollado una fuerte identidad visual.

El desarrollo de una identidad visual sólida conlleva una serie de beneficios. Ayuda a crear una conexión emocional con los clientes, lo que hace que el 57% de los clientes aumenten su gasto. Los elementos visuales coherentes unifican el mensaje de una marca para que la gente reconozca al instante a la empresa en todos los canales.

Crear una identidad visual

Aunque en muchas ocasiones el branding, la marca y la identidad visual suelen considerarse lo mismo, en realidad, esto está muy lejos de la realidad. Pero lo que sí es cierto es que aunque quieras tener un negocio sólido, necesitas hacer crecer tu branding, tu marca y conseguir una identidad fuerte y consistente, no basta con el diseño de tu logo.

El branding podría definirse como una experiencia. El núcleo del branding consiste en una misión, valores, visión y la voz de la empresa. Podríamos decir que es la experiencia que el cliente tiene con la marca. Es la forma de compartir nuestra marca con el público. Lo que todo el mundo recuerda cuando piensa en su empresa. En cierto modo, es la relación psicológica entre tu empresa y el cliente.

La marca es la personalidad, el estilo de su negocio, es lo que el cliente ve y siente cuando utiliza su producto. Es lo que da forma a tu negocio y lo que lo hace diferente de tu competencia, entre otras cosas.

La gente se «enamora» de las marcas, confía en ellas y cree en su superioridad. Un claro ejemplo es Apple. Son muchos los fans que compran y seguirán comprando sus productos, aunque no sean los mejores o incluso los más baratos del mercado.